Yayoi Kusama
11 mayo – 12 septiembre 2011
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia
Edificio Sabatini
Madrid
Exposición en colaboración con Tate Modern, Londres
Cuadros de lunares, calabazas de plástico de lunares, lunares proyectados sobre paredes, flores y frutas, sillas y mesas, habitaciones enteras, lunares encolados sobre perros y gatos, lunares pegados y pintados sobre la piel humana. Desde el 1957, cuando se traslada de Nueva York a Japón, Yayoi Kusama llena el mundo de puntos colorados, como si no pudiera hacer otro que esto.
Al entrar en las salas dedicadas a ella en el Museo Nacional Reina Sofia podríamos pensar, sin conocer a la artista, que se trate de una vacía jugada comercial de una estrella del arte contemporáneo, la cual repite hasta el infinito un esquema de éxito para complacer el mercado. Pero si se sabe sobre su vida uno entiende como para ella la vida y el arte son la misma cosa. Y por una vez no es una frase hecha: aquí el limite de arte y de la vida no existe.
Desde la adolescencia sufre esquizofrenia que le provoca alucinaciones periódicas y que la tiene prisionera en su propia casa por veinte años, hasta el descubrimiento de su arte. En su exilio forzado nunca ha parado de pintar y crear. Los lunares devienen una especie de terapia, una manera para desfogar sus obsesiones, para callar los demonios en su cabeza. En una repetición obsesiva de sus puntos colorados Kusama hace tangible su propia idea del mundo. Estos puntos se convierten en espejos que repiten las formas hacia el infinito, una estética multifacética, y formas celulares que nunca paran de existir, multiplicarse y salir de la superficie llana. Las dimensiones cambian de escala y provocan una desorientación perceptiva típica del arte contemporáneo. Kusama detesta el pasar del tiempo, no revela nunca su edad. Su dimensión temporal es la eternidad, el infinito, la mutación incesante de un solo instante. Todo parece provocar sorpresa y curiosidad que de repente se hacen angustia y consternación.
Todo esto propone la exposición sobre Yayoi Kusama en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia, en un recorrido cronológico de su arte y de su vida, por diferentes salas.
Intentar ( aunque solo por un momento) comprender su arte, sus sentidos, su percepción de la vida. Os perderéis o escaparéis, el infinito da miedo. Kusama está buscando la manera de combatirlo. Aun nos queda algo por aprender.
Agnese Zampieri
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